Yo pertencecía la tribu Iehudá. Era lindo, inteligente y valiente. Mi familia se dedicaba al pastoreo. Yo le tocaba el arpa a Shaul para tranquilizarlo. Luego de mi triunfo contra Goliat mi popularidad creció y me reconocieron como un héroe. Shaul empezó a temerme, después a odiarme y a perseguirme porque el pueblo me prefería. En mi reinado, organicé un gran ejercito y luché contra los filisteos, los lebusim y los cnaanim, triunfando siempre y ampliando los límites de Israel.